14 Marzo 2022, 14:09
Actualizado 14 Marzo 2022, 19:29

Padecen endometriosis una de cada diez mujeres, 14 millones de mujeres en la Unión Europea, 176 millones en el mundo. Y aún así, es una enfermedad aún hoy desconocida y poco estudiada. En la actualidad no tiene cura, pero sí se pueden paliar sus efectos con tratamientos hormonales y analgésicos.

Es un proceso de evolución completamente imprevisible que consiste en que el tejido que habitualmente recubre el útero, el endometrio, aparece en otras zonas. Estas células pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque lo habitual son los ovarios, las trompas de Falopio e incluso el intestino. Los síntomas suelen ser el abundante sangrado y el dolor pélvico; también suele acarrear problemas de fertilidad a la hora de intentar quedarse embarazada. Una enfermedad difícil de diagnosticar, porque se suele confundir con síntomas menstruales, llegándose a tardar hasta ocho años en dar con el diagnóstico.

Algunos de sus síntomas pueden resultar incapacitantes para el día a día, como el caso de la extremeña María Isabel Flores. Ya ha pasado por cuatro cirugías y continúa con dolor pélvico crónico, dolor lumbar que asciende hasta los hombros y el cuello, provocando migrañas, insomnio y "por lo difícil que supone vivir con el dolor permanente, me ha acarreado depresión y ansiedad".

"Hay días que no puedo ni andar y si lo consigo es con un dolor extremo"

María Isabel Flores afirma que cuando se tiene dolor continuo, aparece la fatiga crónica y reduce las fuerzas en el día a día limitando todas las actividades cotidianas.

"Es como si te arrancaran las entrañas, como si te clavaran cuchillos dentro, si esta enfermedad la sufrieran los hombres se hablaría de ella". Así la describió la actriz estadounidense Sharon Stone, paciente de esta enfermedad silenciosa.

 

Temas