La Parroquia de San Fernando y San Isabel es uno de los edificios más singulares del barrio de San Fernando en Badajoz, pero también de la región. Al menos, arquitectónicamente. Así lo cree las Fundación DOCOMOMO Ibérico, que la ha reconocido como Patrimonio Arquitectónico del siglo XX.
Una distinción que ha sido entregada este lunes 7 de octubre, en el Día Mundial de la Arquitectura, por parte del Colegio de Arquitectura de Extremadura, en la propia parroquia. Allí, se ha colocado una placa simbólica en la fachada, en un acto al que han asistido familiares de Daniel Calero y el propio Manuel Briñas: los dos arquitectos responsables de la obra. Éste último, ha hecho un recorrido junto a los asistentes, en el que ha explicado los detalles arquitectónicos y conceptuales de este complejo parroquial, ejemplo sobresaliente del Movimiento Moderno.
La parroquia fue construida entre 1970 y 1974. Fue un hito en esa época, porque se alejaba de los monumentalidad tradicional, y apostaba por la sencillez, en base a las conclusiones del Concilio Vaticano II.
Se trata de un edificio moderno, que tiene forma de concha, en el que destaca el uso expresivo del hormigón y la integración de la luz natural. Características que lo hacen merecedor de este reconocimiento, que pretende no sólo destacar su valor patrimonial sino también reclamar la protección y atención sobre los edificios de esta época que a veces no son tan valorados como otros.