La tuberculosis bovina se halla de nuevo en el centro de atención tras las protestas, hace unos días, de los ganaderos en Castilla y León.
En Extremadura la situación de la enfermedad está más controlada. El diagnóstico, con los datos de 2022, es éste: la prevalencia de la tuberculosis en explotaciones, según dados de la Consejería de Agricultura tras investigar más de 10.000 explotaciones, es de un 4%.
Se ha reducido en estos últimos años. Está lejos del 12,23% que había en 2015. Y nos preguntamos... ¿cómo es el protocolo en las ganaderías extremeñas cuando se detecta un animal positivo?
Alberto es un ganadero extremeño en Alburquerque. Igual que a muchos otros, le preocupa la tuberculosis bovina que lleva más de 40 años presente en los ganados vacunos.
"Es una enfermedad que se transmite entre mamíferos y no tiene ninguna consecuencia"
Piden que se modifiquen y aumente la fiabilidad de las pruebas de detección de la tuberculosis, que les obligan a paralizar todo su ganado.
"Que no nos inmovilicen la explotación"
Y reclaman que si surge algún positivo y hay que sacrificar al animal, que les paguen lo que vale el animal, y "no una ridiculez".
Un problema que lleva muchos años presente y que ha motivado protestas en busca de una solución para que disminuyan las pérdidas en la ganadería.