Se anunció en mayo de 2021, iba a entrar en vigor el 1 de enero de 2022, pero los extremeños aún no pueden beneficiarse de la rebaja en el impuesto de donaciones. El presidente de la Junta explicó ayer en rueda de prensa la causa: la medida se incluye dentro de un amplio paquete de reformas legales (la Ley de medidas de mejora de los procesos de respuesta administrativa) que necesita el informe previo del Consejo de Estado para entrar en vigor. Y ese informe aún no se ha presentado.
Fernández Vara estima que llegará en mayo, por lo que la rebaja impositiva podría comenzar a aplicarse a partir de junio. Fue el propio Vara el que detalló el compromiso en el último Debate sobre el Estado de la Región, aunque entonces preveía su entrada en vigor a comienzos de año. Y no se recuperarán los meses perdidos, porque el director general de Tributos de la Junta de Extremadura, Francisco Javier García Martín, ya confirmó que la medida no tendría efectos retroactivos, sino que se aplicará al mes siguiente de su aprobación definitiva.
La medida contempla una bonificación a los descendientes, cónyuges y ascendientes según la cuantía de la donación: del 99 % si se trata de una cuantía inferior o igual a 300.000 euros y del 50 % si supera esa cifra. Si el donatario tiene consideración de persona con minusvalía los límites anteriores, se incrementarán hasta los 450.000 y 750.000 euros.
Extremadura tiene bonificaciones en el impuesto de sucesiones, entre las que destaca la del 99% en herencias de padres a hijos. Sin embargo, en 2016 suprimió las bonificaciones en el impuesto de donaciones para evitar que los bienes se legasen en vida para pagar menos que en una herencia.
Hacienda estima que el coste de la rebaja fiscal será de unos dos millones de euros.