Una mujer recibiendo una dosis de una vacuna intranasal
Una de las tres vacunas que desarrolla el Consejo Superior de Investigaciones Científicas protegerá también contra la infección por coronavirus y no solo de los síntomas más graves. El CSIC espera poder empezar a suministrarla el próximo año.
Se trata de una vacuna intranasal, que se suministra por la nariz y no por vía intramuscular como casi todas las demás. Según explicaba en los micrófonos de Canal Extremadura Radio Sonia Zúñiga, investigadora del CSIC, inocular la vacuna por la misma vía que se produce la infección —es decir, por las vías respiratorias— no solo se logrará una protección contra la enfermedad: "Si uno inocula la vacuna por la misma vía que entra el virus se va a producir una inmunización en los sitios en los que el virus entra, en las mucosas, y esto va a generar una protección que evitaría también la infección, con lo cual se evitaría la transmisión del virus".
"La ciencia tiene sus tiempos"
La investigación de esta vacuna es más lenta que la de las demás, por lo que es probable que no esté disponible hasta el próximo año. Sonia Zúñiga explicaba que el objetivo es empezar los ensayos clínicos en la segunda mitad de 2021, de tal forma que en 2022 ya se disponga de una vacuna que se pueda suministrar a los ciudadanos. "Pero bueno, hay que ver cómo van los ensayos, la ciencia tiene sus tiempos", asegura, y añade que "las otras dos vacunas en desarrollo en el CSIC están muy avanzadas" y se espera que estén disponibles a finales de año.
Aunque esta vacuna intranasal vaya a tardar todavía unos meses, conseguir frenar las infecciones y no solo los síntomas podría lograr controlar definitivamente la pandemia.