La igualdad y la violencia sexual también se representa a través de algo tan cotidiano como la música. La canción Merichane de Zahara habla de las violencias machistas que ha vivido desde pequeña, de hecho el nombre de la canción era su mote en el colegio, el nombre de una mujer del pueblo que era prostituta. Su mote con 12 años.
{"preview_thumbnail":"/sites/default/files/styles/video_embed_wysiwyg_preview/public/video_thumbnails/AkcEMQTO3W0.jpg?itok=KPN9UDNz","video_url":"https://www.youtube.com/watch?v=AkcEMQTO3W0&feature=emb_logo","settings":{"responsive":1,"width":"854","height":"480","autoplay":1},"settings_summary":["Embedded Video (Adaptable, autoplaying)."]}
Abusos sexuales silenciados por vergüenza y culpa
Ahora ha dado voz a muchas mujeres que por silencio y vergüenza esconden los abusos sexuales a los que se ven expuestas. Son conceptos con los que intenta terminar el hastag #YoEstabaAhi en la red social Twiter. Ha provocado una avalancha de testimonios de mujeres que han sufrido acoso por ser mujeres.
Las redes sociales ayudan a contar los abusos machistas
Mujeres como la propia Zahara que habla de su experiencia, pero también otras mujeres que se ven identificadas en el abuso, esperando que terminara de una vez o por haber pasado miedo por la calle, acelerando el paso por sentirse perseguidas, sintiéndose invisibilizadas por el físico.
Los delitos contra la libertad sexual aumentan cada año
Los delitos contra la libertad sexual en nuestra región aumentan cada año. En la memoria de la fiscalía del año pasado lo calculan de forma exacta: más de un 17%. Y aún así, según Ana Yañez, psicóloga y sexóloga, muchas mujeres no son capaces de hablar sobre los abusos vividos por miedo, vergüenza o culpa.
Experiencias duras que pueden marcar la vida de una persona; por eso, según Yañez, es tan importante contarlo, porque si los abusos están silenciados no se puede recibir terapia.