Pocos días después de finalizar los Carnavales, la curva de la incidencia frenó su descenso (llegó a un mínimo de 461 casos por cada 100.000 habitantes) y comenzó a repuntar poco a poco hasta que el pasado viernes tocó techo con 930 casos, la cifra más alta del país. En los últimos siete días ya ha comenzado a descender lentamente y hoy, según el Ministerio de Sanidad, es de 899.
Sin embargo, como es habitual, tras la subida de la incidencia llega, con una semana de retraso, la subida de las hospitalizaciones. Por ello, si el pasado viernes había 73 pacientes con covid ingresados en la región y este martes 74, hoy esa cifra aumenta hasta sensiblemente hasta los 86. Queda por ver ahora como evolucionará, en las próximas semanas, el número de personas en UCI y el número de fallecidos por covid. De momento, tan solo hay tres personas en cuidados intensivos y nueve extremeños perdieron la vida en la última semana con el virus.
No obstante, a partir de hoy el seguimiento de los datos del covid cambiarán radicalmente y será mucho más difícil monitorizar la evolución inmediata del virus. Como acaba de aprobar la Comisión de Salud Pública y explicar el consejero de Sanidad, a partir del lunes solo se realizarán pruebas diagnósticas a personas con enfermedad grave, que trabajen o vivan con personas de riesgo o que sean ellos mismos parte de un colectivo vulnerable. El resto deberá hacerse sus propias pruebas si quiere saber si está contagiado o, en caso contrario, tomar sus propias precauciones si tiene algún síntoma que le haga sospechar que tiene el virus.
Es una incógnita si la consejería o el ministerio informarán de una cifra más fácilmente computable: la del número de ingresados y fallecidos con covid en los hospitales extremeños.
