La legionela es una bacteria acuática que no sobrevive a temperaturas superiores a los sesenta grados. Aunque naturalmente reside en el agua, se convierte en un problema de salud cuando prolifera y se dispersa en sistemas de agua creados por el hombre. Algunos de estos sistemas incluyen aires acondicionados de condensación, duchas, fuentes decorativas y sistemas de riego por aspersión.
Al contrario de lo que podemos pensar, la legionela no se transmite de persona a persona. La única vía de transmisión conocida es la respiratoria, tal como informa el epidemiólogo Gregorio Montes. Esta bacteria, principalmente, contagia a las personas por aspiración de aerosoles procedentes de agua contaminada, por ejemplo de las fuentes afectadas, pero no por beber ese agua.
En las ciudades, las fuentes ornamentales de agua potable no suponen ningún peligro para los ciudadanos, si estas han seguido los controles pertinentes. Además, en ciudades como Badajoz, se realizan acciones de desinfección, que consisten en aumentar la concentración de cloro para hacer recircular el agua por el sistema de la fuente y vigilan esas fuentes para ver el cloro residual, desinfectar y evitar la proliferación de la bacteria, asegura la concejala de Sanidad, Elena Salgado.
En Mérida, asegura su alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, cuentan con un servicio externo de mantenimiento que vigila el agua de las fuentes, duchas de aguas deportivas o el microclima de algunas calles en verano.
Por su parte, en los hospitales revisan, de manera constante, el agua sanitaria, tomando muestras. También efectúan, periódicamente, elevaciones de temperatura para matar a la bacteria, si la hubiese.
Es importante recordar que la legionella, aunque presente en muchos entornos acuáticos, solo se convierte en una amenaza para la salud cuando las condiciones permiten su rápido crecimiento y dispersión. Hay población con mayor riesgo, y es importante consultar siempre a su médico si presenta síntomas como fiebre, tos, escalofríos o dolores musculares.
Brote de legionela en Cáceres
Según el último balance ofrecido este miércoles por la Junta de Extremadura, en este momento se encuentran ingresados en el hospital cacereño seis pacientes, cuatro de ellos en planta de hospitalización y dos en la UCI. Este pasado martes fallecía un varón de 85 años infectado con la bacteria.
Los cuatro pacientes que están ingresados en planta son una mujer de 85 años y tres varones de 76, 71 y 55 años, respectivamente, mientras que los que se encuentran en la UCI son dos varones de 65 años.
Mientras, la Dirección de Salud de Cáceres y la Dirección General de Salud Pública del Servicio Extremeño de Salud (SES) continúan trabajando de forma coordinada en la investigación epidemiológica con respecto a la infección. Así, está previsto que este miércoles los técnicos de Salud Pública del SES tomen nuevas muestras en distintos puntos de la ciudad para su análisis.
Dos hombres de 65 años están ingresados en la UCI en Cáceres afectados por legionela