Son varios los centros escolares en la región con iniciativas para controlar el uso del móvil. En el colegio Licenciados Reunidos de Cáceres, los escolares de secundaria dejan sus dispositivos al entrar en un panel con bolsillos y lo recogen antes de irse a sus casas.
En otros recurren al cajón del profe, es decir, si se encuentra algún alumno haciendo un uso indebido de un dispositivo, este se queda una semana bajo llave. Además el uso no permitido de estos dispositivos puede acarrear partes disciplinarios.
Se trata de evitar distracciones en clase y prevenir posibles casos de ciberacoso, como la toma de fotografías o videos no consentidos. También alejar a los menores de redes sociales que puedan resultar tóxicas.
Educación digital para la que sí está permitido el uso del móvil en el aula, siempre que lo requiera expresamente el profesorado. Aseguran que es muy útil en materia como la historia o la geografía, aunque también se utiliza como cámara de fotos para asignaturas relacionadas con las artes.