24 Marzo 2025, 13:40
Actualizado 24 Marzo 2025, 17:42

Aunque los expertos aseguran que la situación de la lengua azul está más controlada, los efectos de la enfermedad siguen siendo visibles en las explotaciones afectadas, sobre todo en el sector ovino. Ganaderos como Javier, de la zona de Olivenza, aún sufren las consecuencias de la enfermedad transmitida por el mosquito. En su caso, ha perdido alrededor de 50 ovejas, además de corderos que no han sobrevivido al nacimiento. Otras secuelas que afectan a la producción son la pérdida de lana, especialmente en las ovejas que sufrieron fiebre alta, y en algunos casos, la pérdida de visión.

Consecuencias de la lengua azul

La Consejería de Agricultura aún no ha facilitado datos sobre la mortandad total provocada por la lengua azul, pero la queja de los ganaderos es generalizada en toda la región. Juan, ganadero de El Carrascalejo, también ha experimentado una importante reducción en su cabaña ovina. Desde el Colegio de Veterinarios de Badajoz insisten en la importancia de la vacunación, que en Extremadura pasará de ser obligatoria a voluntaria, una medida con la que no están de acuerdo.

Además, los veterinarios reclaman más controles y chequeos semanales en los rumiantes, así como la instalación de más trampas para mosquitos y la creación de mapas de riesgo con técnicas de Inteligencia Artificial, una labor epidemiológica clave para prevenir futuros brotes.