El uso de pantallas por parte de bebés y niños pequeños continúa siendo motivo de preocupación entre los expertos en salud infantil. Los pediatras han comenzado a incluir este tema en las revisiones de bebés de tan solo dos meses, alertando a las familias sobre los riesgos que implica la exposición a móviles, tabletas o televisores a edades tempranas.
Consecuencias para el desarrollo infantil
Según Alba Ramajo, neuropediatra del Hospital San Pedro de Alcántara, el uso excesivo de pantallas en edades tempranas está asociado a trastornos del neurodesarrollo, como los del lenguaje. Además, la luz que emiten estas pantallas inhibe la secreción de melatonina, lo que puede afectar al sueño, como señala la también neuropediatra Verónica Deyanira García-Navas.
Otros efectos negativos incluyen:
- Dificultades de concentración.
- Búsqueda constante de gratificación instantánea.
- Problemas para desarrollar habilidades de espera y tolerancia al aburrimiento.
- Riesgo de trastornos como la depresión infantil y problemas de conducta.
Una llamada a la concienciación
La sociedad empieza a ser más consciente de estos riesgos, y movimientos como Adolescencia Libre de Móviles promueven alternativas saludables de ocio familiar. Según Tamara Fernández, portavoz del movimiento, es fundamental fomentar actividades fuera de las pantallas que fortalezcan los vínculos familiares y estimulen el desarrollo integral de los niños.
Recomendación de los pediatras
Los expertos insisten: los menores de dos años no deberían estar expuestos a las pantallas y en edades posteriores su uso debe ser supervisado y limitado. Ofrecer alternativas como juegos al aire libre, lectura o actividades manuales resulta clave para un crecimiento saludable.