Se empieza a hacer el agosto en noviembre, dicen algunos, pero a los pequeños comerciantes no les convence tanto. Hablamos del Black Friday, que se celebra este viernes. Seguro que se habían enterado. O no. Porque la primera pregunta que nos ha hecho Miguel Ángel González Hormigón ha sido "¿y eso qué es?". En broma, sí, pero porque en realidad, en los 41 años de oficio de este maestro relojero y joyero de Mérida, no ha habido ni una americanada en sus precios: "aquí no lo van a encontrar. El trabajo que yo hago, además, es que es distinto. Se tiene que hacer aquí. Esto no se puede hacer por internet", explica desde su tienda, Godo, en la capital extremeña.
Ni un cartel de Black Friday tampoco en la papelería Cascón-Chito de Mérida: "nosotros apostamos por fidelizar al cliente como se ha hecho toda la vida. Con los clientes fieles, si queremos tener un detalle, un descuento, lo hacemos. Pero siempre, cualquier día, no una día concreto. Nosotros creemos en esa tradición de "ir de compras", de "ir al centro" y en eso estamos, en dar valor añadido con nuestro servicio", argumenta Carlos Cascón, copropietario del negocio.
En las librerías no se pueden, por ley, hacer descuentos del más del 5%, pero sí compiten con Amazon: "los clientes entran a comprar ropa y de paso, se compran también un libro", explica Mario Quintana, de la librería emeritense La Selva Dentro. Y añade: compiten también con las prisas. "Hablamos mucho de la huella de carbono y, ¿qué es el Black Friday? Son camiones y coches realizando envíos a toda prisa. Mis libros están aquí en un día, vienen de Granada, pero igual que están aquí van a País Vasco y eso no es justo".
Hay quien sucumbe, aseguran desde la calle Pintores de Cáceres o desde la calle Sevilla de Zafra, "porque la gente está animada ya a comprar", "porque bichean", "por no quedarte fuera"; "pero nosotros ya tenemos precios muy competitivos y sin margen y no podemos hacer grandes descuentos. En las grandes superficies, sin embargo, tienen otros márgenes y te venden cosas que no han vendido en otras temporadas, por ejemplo".
Ya tenemos precios muy competitivos y sin margen y no podemos hacer grandes descuentos
Y no solo dentro del comercio local surgen voces en contra. También surgen en el comercio electrónico. Los trabajadores de Amazon han convocado una huelga para el día 27 y 28 de noviembre, Es decir, el lunes y martes siguientes al Black Friday, y eso, suponen, frenará los envíos y las ventas. Se quejan del salario y sobre todo de las prisas, de esas que comentaba Mario, el librero de este vídeo y de este artículo. El tiempo no debería está de oferta ni poderse comprar.