Pasaron su primera noche en la prisión en Badajoz. Y en unas horas, los cuatro agentes de policía nacional de Mérida implicados en una trama de tráfico de drogas, podrían cambiar de celda y ser encarcelados en otro centro penitenciario fuera de la región. La defensa recurrirá el secreto de sumario y el auto judicial que decreta el secreto de las actuaciones. "El resto de policías detenidos también tendría que estar en libertad. No creo que se den los requisitos legales para que puedan permanecer en prisión provisional", asegura Segundo Berjano, letrado del Sindicato Unificado de Policía (SUP).
Pero, de momento, y a la espera de que se resuelva el recurso anunciado por la defensa permanecerán en la cárcel. Eso sí: en una con un módulo específico para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado porque "hay que garantizar su integridad dentro de la prisión, ya que se puede dar la circunstancia de que en el módulo donde ingresen haya personas que ellos mismos han detenido", explica el abogado pacense.
También pedirán al juez el levantamiento del secreto de actuaciones para garantizar una buena defensa a sus clientes y "conocer con detalle las distintas imputaciones o los hechos que se investigan".
Los otros seis investigados han quedado en libertad provisional con cargos, incluidos los otros dos policías nacionales. A todos se les ha retirado el pasaporte y tienen la obligación de comparecer en el juzgado cada 15 días. Se les imputan delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal y omisión del deber de perseguir delito. También al Guardia Civil de La Garrovilla que, tras pasar ayer a disposición judicial en Torrevieja, está en prisión provisional, comunicada y sin fianza.
El resto de los detenidos, 30 en total, no han llegado a pasar a disposición judicial, y han sido puestos en libertad tras declarar en sede policial.
