Un año después de que comenzara el estado de alarma, los alcaldes de las principales ciudades extremeñas recuerdan la dureza de estos últimos 365 días. Así como el vacío que han dejado los fallecidos, y el dolor de no poder despedir a muchos de ellos. El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, resalta que hace un año las dudas y la incertidumbre era la tónica dominante. Pero la experiencia, dice, tiene que servir para evitar una cuarta ola: "quiero hacer un llamamiento a los cacereños y a las cacereñas a que en estas semanas que vienen se eviten por todos los medios los contactos innecesarios".
El alcalde de Mérida, por su parte, Antonio Rodríguez Osuna, señala que, para hacer frente a la pandemia en 2020 el ayuntamiento ha destinado 4 millones de euros en ayudas sociales. También el regidor pacense ha indicado las ayudas que han ido implementando a la hostelería y al comercio, unos sectores seriamente dañados. Según Francisco Javier Fragoso, "hemos dado más de 3 millones de euros para autónomos y empresas de la ciudad, estamos en un momento donde vemos la luz al final del túnel, la vacunación nos está permitiendo ver el futuro con esperanza"
El alcalde de Don Benito recuerda la dureza de este año, pero mira al futuro también con esperanza. José Luis Quintana dice que "consideramos que las vacunas van a dar sus resultados y que volveremos a una generación de riqueza"
Para el regidor de Plasencia, junto a la preocupación sanitaria, está la económica. Por los "empleados de empresas que por ERE o ERTES se han tenido que ir a la calle, y esa es una preocupación muy importante, que si ha sido una preocupación este año, lo es más ahora, porque es más acuciante la crisis económica", asegura Fernando Pizarro.