Las denuncias por delitos sexuales han aumentado un 80% en Extremadura. Y en España, una de cada dos mujeres ha sufrido violencia sexual en algún momento de su vida. Además, el uso de alcohol, drogas y sedantes para inhibir a la mujer y agredirla sexualmente es cada vez más frecuente.
María Ibáñez, médico forense y profesora de la Universidad de Extremadura, pide que todas aquellas mujeres que hayan sufrido este tipo de agresiones "acudan inmediatamente a un centro sanitario". Es fundamental, ha añadido, para poder demostrar que ha existido "sumisión química". Esto es, que a la víctima se le ha administrado una sustancia tóxica para anular su voluntad.
"Que acudan inmediatamente a un centro sanitario. Es fundamental para demostrar que ha existido sumisión química"
Ibáñez lo ha manifestado en una entrevista concedida a Canal Extremadura, donde además ha señalado que "muchas mujeres agredidas sexualmente deciden no denunciar por vergüenza. Y es que, en ocasiones, ha sido la propia mujer la que ha decidido tomar alcohol y otras sustancias y esto le hace sentir culpable".
En este sentido, esta médico forense ha querido dejar claro que en estos casos "la mujer es siempre la víctima y por eso debe denunciar. De lo contrario es mucho más complejo demostrar que ha sido una agresión sexual con sumisión química".
"La víctima suele ser siempre el de una mujer joven y extranjera"
Ibáñez ha destacado también que el perfil de la víctima "suele ser siempre el de una mujer joven y extranjera".
Y ha recordado que "aunque los hombres llevan toda la vida usando sustancias psicoactivas sobre la esfera sexual" no fue hasta 2016 cuando se publicó una noticia sobre el caso de una mujer, en Palma de Mallorca, que sufrió un delito contra la libertad sexual por parte de su expareja, que había usado burundanga para anular su voluntad.