Arranca hoy en Santiago de Compostela el juicio por el accidente del Alvia en Angrois. Un siniestro ocurrido en julio de 2013, que dejó 80 muertos y 144 heridos. Entre ellos, varios extremeños.
En el banquillo se sientan dos acusados, el maquinista del tren y el director de seguridad de ADIF, que se enfrentan a cuatro años de cárcel. Se trata del mayor juicio en la historia de Galicia con 446 afectados, 500 testigos y 110 abogados.
En Canal Extremadura hemos hablado con uno de los pasajeros extremeños que iban ese día en el tren y que pudo sobrevivir. Se trata de Óscar Mateos, guardia civil en excedencia, que ahora es profesor de F.P en un instituto de Jaraíz de la Vera.
"Durante todos estos años he preferido no recordar aquello. Fue un día caótico y ojalá nunca hubiera ocurrido"
Mateos ha querido, en primer lugar, recordar a la familia del joven de Bohonal de Ibor que falleció, junto a su pareja, ese miércoles 24 de julio de 2013. Ha reconocido, no obstante, "que durante todos estos años he preferido no recordar aquello. Fue un día caótico y ojalá nunca hubiera ocurrido".
Sobre si el dispositivo de emergencias que se desplegó una vez ocurrida la tragedia fue suficiente y rápido, Mateos ha dicho que cree recordar que sí, "aunque tampoco éramos muy conscientes del tiempo en esos momentos. Pero éramos más de 200 pasajeros y se hizo lo que se pudo".
"En un país donde los hechos ocurridos se juzgan nueve años después, se demuestra que la justicia no funciona"
Con lo que se ha mostrado más decepcionado es con la lentitud de la justicia. "En un país donde los hechos ocurridos se juzgan nueve años después, se demuestra que la justicia no funciona. Muchos de los que allí viajaban pueden haber muerto y no haber visto cómo los responsables de aquellos se han sentado en el banquillo".
En este sentido, ha reconocido que cree que "quizás deberían ser más los responsables juzgados. El maquinista del tren fue un imprudente, eso está claro, pero había mandos intermedios que deberían haber evitado que se circulara por esas vías en aquellas condiciones. Y ésos, no serán juzgados".
"Necesitamos que se dicte sentencia, la que sea, para iniciar una nueva etapa en nuestras vidas"
No obstante, celebra que empiece el macrojuicio por fin. Él, representado por abogados de Madrid, tendrá que testificar el próximo mes de febrero.
Y ha concluido que, "aunque tarde, todos los que vivimos aquello, necesitamos que se dicte sentencia, la que sea, para iniciar una nueva etapa en nuestras vidas".