Imagen de aquel primer concierto de la Orquesta de Extremadura
Ahora que, de todo, hace ya 20 años...
Era el año 2000, andábamos a vueltas sobre si comenzaba o no el milenio, todavía utilizábamos pesetas y, en la Basílica del Real Monasterio de Guadalupe, la Orquesta de Extremadura paría su primera obra. La Obertura Coriolano no se inspiraba en ese personaje rudo de Shakespeare que vociferaba: "¿No hay vino aquí?", sino en una tragedia del jurista alemán Heinrich Joseph von Collin. Se estrenó en 1807.
"Se cumplen 20 años en este mismo escenario", ha dicho el director de la Orquesta de Extremadura, Álvaro Albiach, que enfrenta su última temporada. Se cumplen 20 años y por eso, esta tarde de viernes 11 de septiembre, en el que conmemoramos el golpe de estado en Chile en 1973 y el atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York en 2001, Beethoven será esperanza también: la Quinta es eso: "Es un viaje desde el desgarro hacia el fortalecimiento de la personalidad y del espíritu".
La interpretarán junto a la Obertura Coriolano a las nueve de esta noche en la Basílica de ese monasterio hermoso: "Para mí es una temporada especialísima, en la que se junta el aniversario de la Orquesta con mi último año como director artístico. Por eso hemos querido plantear una programación para todos los amigos de la OEX con un contenido muy interesante y complejo, con un repertorio que no ha sido habitual en la OEX. Deseamos que las circunstancias sanitarias nos dejen hacerlo".
Con el mismo el repertorio de obras, la Orquesta de Extremadura actuará también mañana sábado 12 de septiembre, a las ocho y media de la tarde, en la Institución Ferial de Extremadura (FEVAL), en Don Benito.
Álvaro Albiach dejará la Orquesta de Extremadura el año que viene