La Junta de Extremadura ultima la presentación del Libro Blanco de la Tauromaquia, un informe para cuantificar la importancia del sector. De momento, el consejero de Mundo Rural ha avanzado un dato: las 120 ganaderías de toro bravo en la región mueven por encima de los 30 millones de euros anuales.
Ingresos también reportan los festejos. Estos han bajado en los últimos años, según datos de 2023 del Ministerio de Cultura, pero en poblaciones medianas o pequeñas, los festejos populares han aumentado en la última década. El año pasado se celebraron en Extremadura más de 600. Los pueblos, hoy por hoy, resultan esenciales para nuestra tauromaquia, que además genera empleo en el entorno rural.
Dentro del sector, aseguran que la afición entre los jóvenes se está recuperando. No sólo en asistencia a festejos, sino también en interés por convertirse en figuras del toreo, para lo que se forman en la Escuela de la Diputación de Badajoz.
Extremadura acoge el inicio de la temporada en España con la feria de Olivenza, y cuenta con varios toreros en lo alto del escalafón. Badajoz, Mérida o Zafra siguen trayendo a los principales diestros del momento y plazas como las de Cáceres o Jerez de los Caballeros vuelven a organizar festejos tras años de ausencia.