25 Marzo 2024, 15:29
Actualizado 25 Marzo 2024, 15:29

La iglesia ha venido sufriendo robos desde hace años; en muchos se trata de casos cuanto menos llamativos, como la sustracción de la cabeza de la Virgen de la Estrella en los Santos de Maimona, o una campana en Puebla del Prior. Pero sin duda para robo llamativo y mediático: el de las botellas de vino en el restaurante Atrio. 

La imagen dio la vuelta al mundo. La cámara de seguridad captaba el momento en que accedían a la bodega para robar 45 botellas de vino valoradas en 1,6 millones de euros en el restaurante Atrio, en Cáceres. Los autores materiales fueron una pareja condenada a cuatro años y medio de prisión, él, y cuatro años ella. Un robo de película, con huida incluida, ya que fueron detenidos en Croacia, y un juicio muy mediático. El supremo terminó confirmando la sentencia y el vino no apareció. 

Iglesia

Tampoco apareció la corona de La Carrerita, robada en abril de 2009 en la ermita de la aurora en Villanueva de la Serena. Dos meses y medio más tarde, se detuvo al autor. Se tuvo que encargar otra corona por valor de 3.500 euros. 
Y es que la iglesia ha sido objeto de robos, cuanto menos curiosos, además del daño económico y sentimental
Es lo que sucedió con la sustracción de la cabeza y la corona de la virgen de la Estrella, en Los Santos de Maimona. El municipio se volcó para costear su restauración en Sevilla. 
Precisamente, en la capital andaluza, una extremeña encontró entre las pertenencias de una familiar fallecida, el barquito de la virgen de la Consolación. Rápidamente fue devuelto a la Hermandad de la Sed de Nervión.
También fue recuperada la campana de la ermita de nuestra señora de Botós, en Puebla del Prior. Un objeto de bronce de más de 30 kilos y 250 años de antigüedad. Hubo tres implicados, descubiertos cuando intentaban venderla por internet. El que tampoco pudo llegar a venderse fue el cáliz robado en 2016 en el convento del cristo de la victoria en Serradilla. Una pieza del siglo 18 recuperada y devuelta a las monjas agustinas siete años más tarde. La policía nacional dio con él en un establecimiento de compra venta de oro en Logroño. 

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