La Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad propone que las comunidades autónomas mantengan sus cierres perimetrales entre el 26 de marzo y el 9 de abril para limitar la movilidad durante las vacaciones de Semana Santa y evitar un rebrote de la pandemia de coronavirus.
Según el documento al que ha tenido acceso EFE, también se recomienda específicamente la no vuelta al lugar de residencia de los estudiantes universitarios que residan durante el curso académico en otra comunidad autónoma o país y que "se eviten todos los viajes que no sean necesarios".
Entre las propuestas, que serán trasladadas a las comunidades a fin de conseguir una respuesta homogénea de medidas para la Semana Santa, también está mantener el toque de queda entre las 22:00 y las 6:00 horas, y limitar las reuniones en espacios públicos o privados a un máximo de cuatro a seis personas.
No bajar el nivel de alerta
El documento insiste en que las comunidades no bajen el nivel de alerta desde las dos semanas previas al inicio de la Semana Santa "aunque los indicadores sean favorables" y, por ello, se pide mantener las medidas restrictivas establecidas en ese momento.
La Comisión de Salud Pública plantea en el documento la no celebración de eventos masivos "de cualquier índole" que impliquen aglomeración o concentración de personas.
Las ceremonias en espacios cerrados seguirán las normas de aforo y otras medidas establecidas en el documento de 'Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de covid-19' según el nivel de alerta de cada comunidad autónoma.
Además, se desaconseja expresamente la celebración de encuentros sociales en los domicilios o en otros espacios cerrados con no convivientes.
Sanidad argumenta estas propuestas en el hecho de que en Semana Santa todavía no se habrá inmunizado con la vacuna a una proporción suficiente de la población para conseguir una reducción significativa del riesgo. Por ello, dice, las medidas no farmacológicas de control de la transmisión seguirán siendo las principales medidas de salud pública para evitar un nueva ola epidémica.
En este sentido, considera pertinente hacer una campaña institucional para evitar el relajamiento de comportamiento bajo el lema: "No 'salvemos semanas', salvemos vidas".