Los ingredientes para la fiesta de 'La Comedia de los Errores', dirigida por Andrés Lima para el Festival de Mérida, son, por ejemplo, un siracusano con acento andalusí... y una pareja de hermanas en la que una, Adriana (Avelino Piedad, sobresaliente debutante en Mérida), es feminista y pianista y la otra, Luciana (Rulo Pardo, también brillante primera vez en el Festival), resulta ser dueña de una voz,digamos, no tan melódica.
Pero la verdadera salsa de la locura llega cuando los dos gemelos separados siendo niños, Antífolo de Éfeso (Fernando Soto) y Antífolo de Siracusa (Pepón Nieto), se convierten, de repente, en cortesanas. O en abadesas. O cuando sus esclavos, también gemelos y separados, Dromio de Éfeso (R. Pardo) y Dromio de Siracusa (Antonio Pagudo, excelente segunda vez en Mérida), cambian de papel: "Querido público: yo es que ahora interpreto a Luciana porque Rulo Pardo no puede", explicaba en plena función Pagudo.
Es el loco juego del desdoblamiento y del metateatro ideado por Lima (Premio Nacional de Teatro). Un rompecabezas para obligar a reflexionar al público. Para hacerle pensar sobre el error como oportunidad. Y para invitarle seguidamente a mirarse en el espejo del otro. Para instarle, al fin y al cabo, a contemplar lo no normativo como perfectamente dentro de la norma.
Metateatro para hacer pensar sobre el error como oportunidad y para contemplar lo no normativo como perfectamente dentro de la norma
Es el mismo metateatro que nos permite, además, ver a todos los actores convertirse en narradores de la obra y llamándose entre sí por su propio nombre.O haciendo de sí mismos, como Esteban Garrido, que pincha la música electrónica que él mismo ha remezclado, en un escenario que dice ser Éfeso. Garrido es también el mercader siracusano con el que hemos iniciado esta crónica y otro mercader griego. Y es, por otra parte, en la vida real, hijo de madre llerenense, por lo que aparte de resultar flamante, estuvo especialmente emocionado en su debut en el Teatro Romano: "ojalá todos los que se dedican a esta profesión pudieran actuar aquí".
La comedia de los errores dentro de la comedia de los errores
Son sólo seis hombres para cubrir todos los personajes que diseñó Shakespeare en su su joven comedia de finales del diececiséis. Imaginen el lío: nadie se entera de quién es quién y todos creen estar locos.Tanto que llaman incluso a un exorcista, que también es Estaban Garrido (lo del exorcista ya lo escribió el británico, pero anoche, desde luego,era muy necesario para resolver el entuerto). Es 'La comedia de los errores' shakespeariana dentro de la comedia de los errores de la propia compañía, que ha elegido la fiesta para revindicar lo diferente como esencial.
Tras el estreno, el público del Teatro Romano dijo haberse divertido muchísimo. Y también el coproductor, Pepón Nieto (Mixtolobo): "mi objetivo era sobre todo este, divertirme y que la gente saliera con ganas de fiesta de este montaje", dijo. Y por supuesto se divirtieron el resto de actores. Fernando Soto, magistral en todos sus papeles, tal y como él mismo advirtió varias veces en su texto, aprovechó para dirigirse a la ciudad que ya lo ha visto actuar otras veces: "Gracias Mérida, por el amor al Teatro".
Sobre la trama, por cierto, sepan que les recordará mucho a Los Gemelos y Anfitrión, de Plauto: hermanos separados que se buscan sin saber que ya se han encontrado o intrusos que usurpan identidades colándose en casa ajena.
Y antes de terminar esta crónica, una información de servicio público: ojo a quien vaya estos días a ver la obra; olvídense de la cuarta pared. Puede que participen del espectáculo con una cerveza en la mano. Acabarán viendo 'dobles', arreglando el mundo y defendiendo que el error es oportunidad y la diversidad, riqueza.