22 Julio 2022, 19:23
Actualizado 22 Julio 2022, 21:16

Minerva afronta su tercera noche en el Festival de Teatro de Mérida. Assumpta Serna está arropada por un elenco mayoritariamente extremeño. La producción también lo es, de Samarkanda Teatro. Nadie como ellos para guiar a debutantes en este Festival.

Cuatro de ellos nos han contado su 'primera vez' en el Festival. Fermín Núñez es el productor de la obra y también actúa. Interpreta a Pólux. Nos cuenta cómo pisó por primera vez la arena del Teatro Romano como actor "haciendo de niñatillo en la escena con Maribel Verdú". Destaca la devoción que profesan los grandes actores a la escena del Festival emeritense. "Ellos siempre hablan del respeto a este magnífico templo teatral", explica. 

Minerva

"¡Sí, juramos!". Es la primera frase que Francis J. Quirós, Clemente en 'Minerva', pronunció en una obra teatral en el Romano de Mérida. Fue una frase que dijeron a coro otros dieciséis actores. Además, recuerda, le cagó una cigüeña. "Me dio mucha mierda, literalmente". Explica que, aunque como extremeño está más acostumbrado a este impresionante espacio escénico, siempre es "un reto intentar contar una historia aquí". 

Minerva

Sara Jiménez es Gaia en 'Minerva'. Recuerda que el primer contacto con el Festival fue haciendo 'las nueve musas' en el pasacalles con Karlik Danza, y como figurante "como hemos empezado casi todos". Asegura que Assumpta Serna y Scott Cleverdon están impresionados desde que nos dieron esta oportunidad", asegura. Reconoce que su papel es la de una mujer muy parecida a ella, que se quiere dedicar en cuerpo y alma al teatro. 

Minerva

"Yo era un mono y andaba por todos los sitios, con ocho años y jugando detrás de los actores". Es la imagen que tiene Arturo Núñez, Cayo Julio Lacer en la obra, de su primera actuación en el Teatro Romano. Nos cuenta orgulloso el sueño que significa para él interpretar a un personaje que es el encargado de construir el Teatro de Mérida. Además, sobre la repercusión del Festival, se muestra convencido de que la magia de este espacio escénico no es un mito, sino una realidad. 

Minerva