Trabajan de manera silenciosa y sin pedir nada a cambio, pero la recompensa, aseguran, merece la pena. Una recompensa, que reciben a través de una sonrisa o de cualquier gesto cariñoso y que se convierte, en el principal motor de los voluntarios que conforman las 55 asociaciones de la Plataforma del Voluntariado de Mérida.
Encuentro anual para la solidaridad
Hoy 35 de ellas se han dado cita en el Templo de Diana de la capital autonómica, en el 8º Encuentro anual para la solidaridad y la participación social, cuyo objetivo es acercar a la población la labor que realizan estas agrupaciones.
Una labor altruista pero imprescindible, que no ha parado durante la pandemia sino que ha estado más presente que nunca. Marisol Pérez, presidenta de esta plataforma señala que son "asociaciones pequeñas, que en ocasiones son muy desconocidas y que trabajan 365 días al año, más allá de crisis y más allá de pandemias".
"El voluntariado cuando se prueba tiene la magia de producir tal satisfacción, que tú dices: ¡pero si es lo que mejor que me puede pasar en la vida!"
El voluntariado está ejercido en las asociaciones de la plataforma principalmente por mujeres, como Pepita Pérez. Fue maestra en Mérida, y cuando se jubiló descubrió en el voluntariado una pasión desconocida para ella esta ese momento. Nos contaba que "el voluntariado cuando se prueba tiene la magia de producir tal satisfacción, que tú dices: ¡pero si es lo que mejor que me puede pasar en la vida!".
Añade, que "cuando llegas a una casa o una residencia de mayores, y te reciben con esa alegría, con ese cariño y te abren los brazos, que te das cuenta de que lo que estás haciendo es válido".
Impacto solidario
Y es que el trabajo de los voluntarios es esencial para todos aquellos usuarios que reciben su ayuda. Así lo comparten Javier González, usuario de la asociación de personas con discapacidad intelectual AFADISCOP y su madre Conchi Fernández. Señalan que "sin ellos sería imposible", que les "ayudan y acompañan en las actividades para que todo salga bien".
"Sin ellos sería imposible"
Es un apoyo moral y psicológico necesario, apuntan, en su día a día.