La calidad del aire es crucial para la salud pública y el medio ambiente. En este artículo detallamos cuáles son los principales parámetros que se monitorizan para evaluar y controlar la contaminación atmosférica:
Monóxido de carbono (CO): El CO es un gas incoloro e inodoro generado por la combustión incompleta de combustibles fósiles. Proviene principalmente de vehículos y calefacciones. Sus efectos en la salud incluyen la reducción de la capacidad de la sangre para transportar oxígeno, lo que puede causar asfixia.
Dióxido de azufre (SO₂): El SO₂ es un gas incoloro con un fuerte olor irritante, producido por la combustión de carbón y petróleo. Las principales fuentes incluyen plantas de energía y procesos industriales. Este gas puede irritar el sistema respiratorio y contribuir a la formación de lluvia ácida, afectando tanto a la salud humana como a los ecosistemas.
Partículas en suspensión (PM₁₀ y PM₂.₅): Las partículas en suspensión son pequeñas partículas sólidas o líquidas en el aire. Las PM₁₀ y PM₂.₅ son especialmente preocupantes debido a su capacidad para penetrar en los pulmones y el sistema circulatorio, causando enfermedades respiratorias, cardiovasculares e incluso cáncer. Estas partículas provienen de fuentes como la combustión de motores, procesos industriales y polvo natural.
Óxidos de nitrógeno (NOₓ): Incluyen el óxido nítrico (NO) y el dióxido de nitrógeno (NO₂), que son gases producidos principalmente por la combustión de combustibles en vehículos y plantas industriales. Estos contaminantes pueden causar problemas respiratorios y contribuir a la formación de ozono troposférico y lluvia ácida.
-Ozono troposférico (O₃): El ozono a nivel del suelo es un contaminante secundario que se forma a partir de reacciones químicas entre otros contaminantes en presencia de la luz solar. Aunque el ozono estratosférico es beneficioso, el ozono troposférico puede causar problemas respiratorios y dañar cultivos y otros materiales.
Compuestos orgánicos volátiles: (COVs) Los COVs son una amplia gama de compuestos que incluyen sustancias como el benceno y el tolueno. Provienen de emisiones industriales, escapes de vehículos y evaporación de combustibles. Pueden tener efectos graves en la salud, como cáncer y problemas en el sistema nervioso.
Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs): Estos compuestos son productos de la combustión incompleta de materia orgánica. Se encuentran en emisiones de vehículos, humo de tabaco y alimentos a la parrilla. Muchos HAPs son cancerígenos y pueden afectar gravemente la salud humana.
Metales pesados: Elementos como el plomo, el cadmio y el mercurio, presentes en el aire debido a actividades industriales, tráfico y procesos naturales. Estos metales son tóxicos y pueden causar una variedad de problemas de salud, incluyendo daños al sistema nervioso y otros órganos.
Cada uno de estos parámetros se mide y controla de acuerdo a normativas europeas y españolas para garantizar un aire limpio y seguro. Las tecnologías utilizadas para medir estos contaminantes incluyen analizadores automáticos basados en diversas técnicas como absorción de radiación, quimioluminiscencia y espectroscopía.
Para más detalles sobre la calidad del aire en Extremadura y la metodología de medición, puedes visitar el sitio web de Aire Extremadura.