A mediados del mes de mayo el Ministerio de Sanidad activó el Plan Nacional de Acciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud, más conocido como el “Plan de Calor”. Se trata de una serie de medidas para prevenir y mitigar el impacto de las altas temperaturas en la salud de los sectores poblacionales más vulnerables: los niños y los mayores, las mujeres embarazadas y las personas con enfermedades cardiovasculares.
El Instituto de Salud Carlos III (INS-CIII), dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, colabora con el Ministerio de Sanidad para tal fin. Entre sus múltiples líneas de trabajo, el INS-CIII investiga cómo el calor condiciona el aumento de la mortalidad. Pero aquí no sólo entra en juego el factor meteorológico, sino también la edad y el sexo del individuo, la accesibilidad a sistemas de refrigeración y de aire acondicionado, el ambiente donde vive e, incluso, se ha visto que el autocuidado también aporta su granito de arena.
Este año el INS-CIII aporta una nueva herramienta para disminuir el número de muertes atribuibles al calor. Han definido las zonas isoclimáticas, que son áreas de una misma provincia con condiciones climáticas similares. Coinciden con las mismas zonas que emplea AEMET para emitir sus avisos. Para cada una han establecido una temperatura umbral a partir de la que hay clara relación estadística con el aumento de la mortalidad. Este valor es una combinación de variables meteorológicas (temperatura máxima), ambientales (existencia de zonas verdes, entorno rural/ciudad), demográficas (esperanza de vida, dispersión de la población) y económicas (nivel de renta, calidad de la vivienda...)
Sobre este ambicioso proyecto hemos hablado con Julio Díaz, profesor de Investigación del INS-CIII, uno de sus creadores. Esta entrevista se emitió el pasado martes, 4 de junio de 2024 en “El Sol sale por el oeste”. Pincha en la imagen y escucha la entrevista.