En puertas de un nuevo episodio de altas temperaturas (realmente, el primero de este recién estrenado verano) los científicos ya tienen puesto el ojo en el impacto que éste supone en la salud pública. Cuando el mercurio cruza ciertos umbrales, la mortalidad se dispara frente a la que hubo días anteriores. Esto ocurre dependiendo de la zona: los extremeños llevamos bien los 35ºC, pero los alemanes lo pasan peor. Para el caso de las dos capitales extremeñas este riesgo se establece a partir de los 37,0ºC para el caso de Cáceres y de los 41,0 para el de Badajoz.
Los episodios de calor agravan enfermedades crónicas (muchas de ellas de origen cardiovascular o respiratorias) y afectan, en especial, a las personas mayores: aquellas que, por degeneración biológica, no tienen el hipotálamo en su calidad óptima. Recuerda que esta glándula es la que da el aviso de la necesidad de beber. Si no se activa, se puede entrar en cuadro de deshidratación importante.
Julio Díaz, Profesor de Investigación de la Escuela Nacional de Salud Carlos III, lleva décadas estudiando la vinculación entre la Meteorología y la Salud. Incide en la necesidad de crear políticas multidisciplinares que permitan una mejor adaptación de la población frente a unas condiciones climáticas cada vez más rigurosas; es decir, atajar el problema desde distintos puntos de vista prestando atención a los niveles de contaminantes (como los óxidos de nitrógeno y de ozono) y de partículas sólidas en suspensión.
Esta entrevista se emitió el pasado viernes, 23 de junio de 2023 en "El Sol sale por el Oeste".