Los Santos de Maimona
16 Febrero 2021, 19:45
Actualizado 1 Julio 2022, 19:36

Los Santos de Maimona, una población pacense vecina de Zafra, cuenta con una edificación más propia de la arquitectura de Gaudí que de la zona en cuestión. Se le conoce como ‘El capricho de Cotrina’ y es el sueño hecho realidad de Francisco González Gragera, un curtido albañil y marmolista que ideó esta particular casa de campo para sus hijos.

Sus colores, sus formas y su construcción llaman la atención de las personas que circulan por la carretera EX101, muy próxima a la Sierra de San Cristobal. Su edificación comenzó en el año 1989, cuando Cotrina, como conocían cariñosamente a Francisco, decide pasar del papel y sus anotaciones a la realidad. 

Boceto del 'Capricho de Cotrina' ideado por Francisco González Gragera
Boceto del 'Capricho de Cotrina' ideado por Francisco González Gragera | Cedida

Una obra alegre y colorista con una superficie de 183 metros cuadrados en la que conviven formas como un pavo real, una rana, diferentes soles, margaritas, palmeras o mariposas. Incluso cuenta con una chimenea rematada con un galápago multicolor.

Todo está confeccionado en hormigón, piedra caliza canteada y ladrillo. Además, el elemento más característico por el que toma las referencias de Gaudí es el azulejo de colores vivos cortados a tenaza y cuyos fragmentos se han colocado uno a uno sobre sus paredes. Esta técnica se conoce como ‘trencadís’ y está inspirada en los antiguos mosaicos romanos, aunque es inevitable pensar en otras edificaciones en las que la mano de Gaudí estuvo presente, como el Parque Güell de Barcelona.

Uno de los elementos que componen el 'Capricho de Cotrina'
Uno de los elementos que componen el 'Capricho de Cotrina' | Canal Extremadura

El edificio es una onda en la que las rectas brillan por su ausencia y en la que destacan elementos como la terraza que cubre el cuerpo principal mientras recuerda a una chapela vasca o su estanque, cuya misión es aligerar la temperatura de la vivienda en los meses de verano. El uso del cemento no pasa desapercibido, pues Francisco conocía muy bien sus características para aplicarlo con maestría sin perder el encanto que caracteriza al resto de la edificación. También destaca la piscina cuyo manantial se ha elaborado con las rocas procedentes de las voladuras que dejó la construcción de la autovía Madrid – Sevilla.

La técnica del trencadís se aplica con maestría en este edificio | José Antonio Reina
La técnica del trencadís se aplica con maestría en este edificio | José Antonio Reina

El conjunto de la construcción permitiría su uso como vivienda ya que cuenta con todas las necesidades habituales de un hogar.

Cotrina, el emblemático constructor

Llegados a este punto muchas personas se preguntarán quién era Francisco o Cotrina, como le conocían, y por qué decidió poner en marcha este proyecto. El emblemático constructor trabajó como albañil y marmolista en diferentes puntos del país en los que alimentó su curiosidad y conocimiento. Sus hijos destacan orgullosos este pasado, pues quieren destacar que "un albañil sin estudios pudo hacer una obra tan impactante como esta". ¿Pero qué le llevó a poner en marcha esta locura arquitectónica tan mediterránea en mitad de un campo de Los Santos de Maimona?

Francisco González
Francisco González en una imagen de archivo | Canal Extremadura

La principal motivación fueron sus hijos, especialmente la pequeña, para la que quiso tener una casa de campo “completamente distinta a las demás y con apariencia de castillo o palacio de princesa de cuento”. La singularidad de su construcción le llevó a hacer partícipe de su reto a los vecinos de la localidad y a todos los curiosos.

 

Francisco fallecía en septiembre de 2016, dejando a sus herederos la misión de completar la obra para ver culminado el deseo de su padre. Una tarea que recae principalmente en estos momentos en las manos de su hijo Roberto, “heredero de sus manos y de su técnica” tal y como nos cuenta Pilar, otra de sus hijas y la encargada de aportar imaginación al proyecto para completar la obra respetando al máximo la idea inicial de su padre. 

Edificio singular


Han sido muchas las voces que se han alzado para destacar la magnitud de este proyecto que surgía de un albañil jubilado en un pueblo como Los Santos de Maimona, en la provincia de Badajoz. ‘El capricho de Cotrina’ fue incluido en uno de los 30 edificios más extravagantes de la arquitectura española hasta convertirse en una obra referente del patrimonio rural extremeño.

Detalle del acabado | José Antonio Reina
Detalle del acabado | José Antonio Reina

La web de esta singular casa de campo recoge que se pueden realizar visitas los sábados, los domingos y los días festivos. Para ello hay que solicitar cita previa a través del contacto que facilitan y su coste es algo tan humilde como ‘la voluntad’. El dinero recaudado se destina a culminar esta obra arquitectónica símbolo de la inquietud y el ingenio extremeño.
 

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