Tras el devastador incendio que arrasó más de 1.000 hectáreas en Puebla del Maestre el pasado mes julio, asociaciones y vecinos de Montemolín, Pallares, Santa María de Nava y Puebla del Maestre se han vuelto a reunir para plantear soluciones al Servicio de Prevención y Extinción de Incendios Forestales de Extremadura. Con el temor a futuros incendios aún latente, han propuesto medidas prácticas para mejorar la prevención y extinción, como la construcción de una balsa de agua, planificación de cortafuegos, formación de grupos de voluntarios y la instalación de equipos de extinción portátiles en fincas.
Agustín González, propietario de una finca afectada en julio, ha destacado la necesidad de un plan integral a largo plazo: "El incendio se apagó, pero la preocupación sigue viva. Queremos transformar ese miedo en esperanza y compromiso, con un plan integral de prevención y extinción de los incendios a largo plazo".
Carlos Fernández es presidente de la Agrupación de Defensa Sanitaria de Montemolín, y explica la importancia de incluir a los ganaderos y propietarios en la planificación, pues son ellos los que mejor conocen el terreno.
Reunión en septiembre
Ya el mes pasado, 16 asociaciones locales se reunieron para exigir a las administraciones no solo compensación económica por las pérdidas, sino también la implementación de un plan piloto de lucha contra incendios. Este plan, elaborado en colaboración con las universidades de Extremadura y Sevilla, incluye la recuperación de caminos públicos y vías pecuarias como medidas preventivas clave.