2023 ha terminado de la mejor manera posible para Stanislav, un niño ucraniano acogido en Llerena. Esta Nochevieja ha vuelto a reencontrarse con su madre y su familia, tras más de un año separados.
Hace algo más de un año, Lorena y su marido decidieron acoger a Stanislav, tras ver lo que estaba pasando en Ucrania. Desde el primer momento mantuvieron una buena relación con la madre del pequeño, hasta el punto que han conseguido sacar a casi toda la familia de la guerra. Allí solo queda el padre y la tía, a los que no les permitieron salir del país por un problema de documentación.
Atrás quedan las bombas, el miedo y la soledad. Por delante una nueva vida que seguro estará cargada de cosas buenas.