El municipio cacereño de Torrejoncillo se prepara para celebrar La Encamisá el próximo 7 de diciembre, una de las tradiciones más emblemáticas de Extremadura. A las 22:00 horas, el estandarte de la Inmaculada Concepción recorrerá las calles del pueblo, acompañado por unos 130 escopeteros y jinetes. Declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, se inicia ahora la tramitación para su reconocimiento a nivel nacional.
Este año, la creación de la Asociación de Escopeteros busca garantizar el buen desarrollo de la festividad. Desde la organización, se hace un llamamiento a la responsabilidad en el uso de armas de fuego. Miguel Ángel López Martín, presidente de la Asociación de Paladines de La Encamisá, ha subrayado: “Tenemos que hacer un uso responsable y personal de las armas durante las procesiones en los lugares y horarios permitidos. El objetivo es preservar nuestra fiesta tal y como la conocemos, sin restricciones ni prohibiciones”.
El alcalde de Torrejoncillo, Manuel Rodríguez Pacheco, también ha destacado una de las novedades: “Este año se grabará un documental sobre las fiestas, una herramienta que servirá como tarjeta de presentación para alcanzar el reconocimiento nacional”.
Encamisá de Torrejoncillo
Es una fiesta tradicional que se celebra cada 7 de diciembre en honor a la Inmaculada Concepción y destaca por la participación de los "escopeteros" y "jinetes", quienes, ataviados con sábanas bordadas, recorren las calles disparando salvas. Los orígenes de la fiesta están ligados a eventos históricos como la Batalla de Pavía, y tiene un carácter profundamente religioso.
En su recorrido, el estandarte con la imagen de la Virgen Inmaculada es llevado por los participantes, mientras la comunidad vitorea y celebra. La fiesta es una mezcla de fe, historia y tradición, con un fuerte componente de identidad local. En los últimos años, La Encamisá ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, y se están dando pasos para lograr su reconocimiento a nivel nacional.
La celebración culmina con la degustación de productos típicos como los coquillos, un dulce local, y vino, lo que refuerza su carácter festivo y comunitario.