El tercer encuentro ibérico celebrado en Castelo Branco busca reactivar el proyecto de la autovía que conecte esta localidad portuguesa con Moraleja. Los representantes de ambos países han pedido compromisos concretos para que las obras en la parte portuguesa comiencen en 2025, con el objetivo de que la conexión entre el norte de Extremadura y Lisboa esté finalizada en 2031. Este proyecto ha estado bloqueado durante más de una década y es considerado fundamental para el desarrollo económico de la región, según Miguel Ángel Morales, presidente de la Diputación de Cáceres.
Se trataría de la tercera gran conexión por carretera entre España y Portugal, uniendo Madrid con Lisboa. Desde la capital española, la A-5 llega a Navalmoral de la Mata y, desde allí, la autovía EX-A1 ya conecta hasta Moraleja. Sin embargo, aún faltan 18 kilómetros para llegar a la frontera en Monfortinho, cuya construcción supondría una inversión de 135 millones de euros.
Francisco Martín, representante de MSU norte de Extremadura, ha reclamado que este enlace internacional entre Madrid y Lisboa se complete lo antes posible, proponiendo que las obras duren cinco años y finalicen en 2029. Según los cálculos, la falta de esta infraestructura provoca la pérdida de casi un millón de turistas anuales, afectando considerablemente al turismo y al comercio local.
Las autoridades portuguesas se han comprometido a completar los 56 kilómetros restantes entre Monfortinho y Castelo Branco para 2031, lo que impulsaría significativamente la movilidad y el desarrollo económico en ambos lados de la frontera.