Almossassa pone este domingo fin a tres días en los que Badajoz se ha reencontrado con su primer pasado árabe. Tres días que han recuperado la fiesta como antes de la pandemia y que han tenido como epicentro el zoco árabe de la Plaza Alta.
Durante todo el fin de semana miles de pacenses y turistas han recorrido el centenar de puestos artesanos del mercado y disfrutado de las distintas actividades organizadas para revivir la fundación de Batalyaws. Si entre el viernes y ayer sábado el Ayuntamiento ha hecho una estimación de una afluencia de en torno a 80.000 personas, este domingo multitudinario va a disparar esa cifra, que a buen seguro sobrepasará con creces las 100.000.
Los visitantes han continuado este domingo con sus compras de especias, infusiones, bolsos, bistutería, perfumes, vestidos y toda clase de artículos, árabes o no. Entretanto, se delitaban también con los pasacalles y las danzas de las favoritas del sultán.
Águilas, búhos, halcones
Las rapaces han centrado el interés de los visitantes durante todo el fin de semana en Almossassa. Hoy decenas de pequeños, mayores y familias han quedado sorprendidos con la exposición de aves instalada en el recinto de la Alcazaba. En ella han podido verse águilas, halcones, búhos, milanos y hasta un buitre leonado.
Una de las águilas, la de Harris, ha sido la estrella en las exhibiciones de cetrería en los Jardines de la Galera. A la llamada del cetrero, la rapaz ha mostrado algunas de sus dores cazadores y ha volado a toda velocidad entre el público asistente.
Los más pequeños han vuelto a tener su espacio este domingo con nuevos cuentacuentos sobre la fundación de Badajoz por parte de Ibn Marwan en el año 875. También ha habido tiempo para visitar y subir al campanario de la Torre de Espantaperros o asistir a un concierto árabe en la Plaza de la Soledad.