En las últimas semanas empieza a ser habitual escuchar hablar en Extremadura de grandes infraestructuras que tienen como denominador común el uso de hidrógeno verde. Grandes industrias que estarán vertebradas por el proyecto H2MED, el hidroducto que unirá la península ibérica con el resto de Europa para abastecer de energía alternativa y limpia a los socios europeos del norte.
Un proyecto en el que tiene papel protagonista Extremadura por su capacidad para generar energía solar y porque estará atravesada de norte a sur por esta conexión, a lo largo de 420 kilómetros.
Alemania ve en el hidrógeno verde la solución a la falta de soberanía energética evidenciada por la invasión de Rusia a Ucrania. Y por eso se suma al proyecto tras la cumbre bilateral con Francia de este fin de semana.
Alemania se suma
La decisión de Alemania significa que la Declaración de Interés Común solicitada a la Comisión Europea en diciembre está más cerca. Es sinónimo de mayor inversión comunitaria en la apuesta por el hidrógeno verde. Una apuesta en la que Extremadura será vehículo de energía renovable y, sobre todo, productora de hidrógeno para abastecer el centro y norte de Europa.
La región quiere producir el 20 por ciento del hidrógeno verde nacional de aquí a 2030. Y para eso la Junta de Extremadura busca facilitar el proceso con la Declaración de Interés General del hidrógeno y el convenio firmado hace unos días con Enagás para la construcción de las conexiones. Busca así atraer grandes industrias.
Pero el hidrógeno tiene también uso doméstico. Gas Extremadura, del grupo CL Grupo Industrial, ha desarrollado ya más de mil kilómetros de red de distribución para el gas natural que es compatible con el hidrógeno verde. En la región hay más de 100.000 viviendas que usan el gas natural como combustible y pueden recibir hidrógeno por la misma vía: hasta un 20 por ciento.
El desarrollo de hidrógeno verde está en una fase inicial. El objetivo es que en 2050 el 20 por ciento de la energía que consume Europa sea H2 renovable.