Extremadura cuenta con más de 13.000 autónomos mayores de 60 años, según datos de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA). Esta cifra pone de relieve el reto del relevo generacional en el sector, especialmente en el medio rural, donde se concentra el 60% de los trabajadores por cuenta propia de la región.
En municipios pequeños como Valdelacalzada, con menos de 3.000 habitantes, los autónomos son auténticos motores económicos. Es el caso de María Jesús, Eva y Adolfo, que lideran una empresa de estructuras metálicas que da empleo a medio centenar de vecinos. A la presión fiscal que enfrentan se suman las dificultades propias de emprender en entornos rurales.
Yaiza, por ejemplo, ha abierto recientemente una tienda en Montijo, pero cada vez que necesita reponer mercancía debe cerrar su negocio durante todo un día, lo que refleja los obstáculos logísticos que afectan a muchos emprendedores rurales.
Autónomos, clave para fijar población
A pesar de ello, los autónomos juegan un papel clave en la fijación de población y el desarrollo local. Para apoyar su actividad, la Junta de Extremadura mantiene este año un plan de ayudas dotado con 47,5 millones de euros, destinado a facilitar el alta de nuevos autónomos, especialmente personas desempleadas o con dificultades de inserción. Se prevé beneficiar a unas 14.000 personas con cinco líneas de ayudas que oscilan entre los 6.000 y más de 15.000 euros.
Además, otros 29 millones se destinan a fomentar el empleo autónomo entre personas con discapacidad.
En este contexto, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado este sábado la subida de las cotizaciones que plantea el Gobierno central, así como la elevada presión fiscal que, según ha señalado, afecta directamente a los autónomos y pone en riesgo su sostenibilidad.