La Unesco ha declarado a la trashumancia en España como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Reconoce esta modalidad de pastoreo en nuestro país en una candidatura compartida y que ya estaba protegida en otras naciones europeas. Las vías pecuarias comprenden una distancia de 125.000 kilómetros repartidos en las comunidades autónomas españolas. En Extremadura son de suma importancia.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ha decidido inscribir la trashumancia estacional en España y otros países como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La Unesco ha tomado esta decisión en la reunión de su Comité Intergubernamental para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se celebra estos días en Botsuana. La candidatura internacional de la trashumancia, liderada por España, reconoce esta modalidad de pastoreo también en Albania, Andorra, Croacia, Francia, Luxemburgo y Rumanía y se suma al reconocimiento que ya disfrutaba en Austria, Grecia e Italia.
España cuenta con 125.000 kilómetros de cañadas, carriles y cordeles que cubren todo el territorio peninsular y las islas. Se pone así de manifiesto que la trashumancia es una práctica extendida por todas las comunidades autónomas.
Este desplazamiento estacional de rebaños sigue siendo un patrimonio vivo que ha originado un rico patrimonio cultural y etnográfico, reflejado en fiestas y tradiciones, en la toponimia, la gastronomía y la arquitectura relacionada con esta actividad.