1 Mayo 2025, 19:59
Actualizado 1 Mayo 2025, 20:56

Cada vez es más común que, al embarcar en un avión o cruzar una frontera, lo que se utilice para identificarse no sea el pasaporte, sino el rostro. Es la tecnología de reconocimiento facial, una herramienta que está revolucionando los aeropuertos y que lleva sello extremeño. La empresa cacereña Mobbeel es responsable de implantar este sistema en una veintena de aeropuertos nacionales e internacionales.

Reconocimiento facial

El sistema permite verificar la identidad de una persona mediante sus rasgos únicos, lo que, según sus desarrolladores, agiliza los procesos y mejora la seguridad. “Es mucho más rápido y más cómodo verificarte utilizando tu cara que tener que sacar documentos y que alguien los revise manualmente”, explica José Luis Huertas, director de Mobbeel.

Esta tecnología ya funciona en aeropuertos como los de Mallorca, Málaga, Lisboa o Florencia, y se prepara para una expansión aún mayor. La Unión Europea prevé introducir este sistema en noviembre de 2025 para registrar a los viajeros de fuera del espacio comunitario, eliminando el tradicional sellado manual de pasaportes en las fronteras del espacio Schengen.

"Se está enfocando mucho hacia el control de fronteras, principalmente para ciudadanos que entran o salen de Europa", añade Huertas. El sistema también se está utilizando para facilitar el embarque, y desde Mobbeel expresan su deseo de que llegue también al aeropuerto de Badajoz.

Sin embargo, este avance plantea un debate paralelo: el del derecho a la privacidad. Aunque la Unión Europea ha establecido directrices claras para garantizar que el uso del reconocimiento facial cumpla con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), la recogida y tratamiento de información biométrica continúa generando reticencias.