La expansión del anticiclón de las Azores es un hecho. Así lo demuestra un estudio liderado por Caroline Ummenhofer y sus colaboradores de varios centros de investigación estadounidense. Esta noticia afecta de lleno a Extremadura, puesto que el suroeste europeo es donde ejerce su mayor presión.
¿Qué implica este hecho?
El estudio publicado esta misma semana en la revista Nature Geoscience muestra que la expansión del anticiclón es la causante de las anómalas condiciones de sequía que afectan a todo el Mediterráneo occidental, incluyendo la península Ibérica y por ende a nuestra región. Este análisis tan exhaustivo simula una reconstrucción de la evolución del anticiclón en los últimos 1.200 años.
Esta investigación es crucial en el debate sobre el cambio climático. Se trata de un estudio muy robusto, que combina diferentes técnicas observacionales y se apoya en simulaciones con modelos climáticos. No solo es de interés en nuestra región del suroeste europeo, sino a escala global.
La influencia del anticiclón
"El anticiclón de las Azores es más extenso ahora (principalmente hacia el norte) debido a las emisiones antropogénicas que están causando el cambio climático", afirma esta investigación. "Este cambio en su comportamiento está provocando una disminución de las precipitaciones invernales en la región, en especial en la vertiente atlántica, al desviar la típica trayectoria de borrascas invernales hacia el norte", prosiguen. Estas nuevas condiciones repercuten de manera directa en Extremadura con un régimen de precipitaciones más escaso e irregular.
Según esta investigación, esto tiene importantes consecuencias socioeconómicas en España porque afecta a importantes actividades económicas del sector primario, así como a los recursos hídricos y probablemente a la energía eólica. Es sin duda un estudio muy preocupante, en consonancia con los futuros escenarios del cambio climático y con las últimas proyecciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Malas perspectivas
En una de sus conclusiones, este estudio es muy tajante. El cambio climático empuja hacia el norte las condiciones climáticas desérticas, lo que hará que la península Ibérica se asemeje cada vez más al norte de África. La península Ibérica es sumamente vulnerable a los efectos del cambio climático. Una mayor expansión e intensidad del anticiclón se traduce, especialmente en invierno, en un desplazamiento hacia latitudes situadas más al norte de Europa y provoca que las depresiones (o borrascas) dejen precipitaciones en latitudes más septentrionales y menos en nuestro país.
En el artículo además se menciona explícitamente el impacto que puede tener la evolución del anticiclón en las condiciones climáticas de la península y nuestra región, en particular sobre los efectos esperados para finales de siglo en el sector olivarero y vitivinícola, entre otros.
¿Hacia dónde vamos?
Los autores de este trabajo han demostrado que en los últimos 100 años -comparado con el periodo total de 1.200 años- se da una mayor frecuencia de los episodios extremos de anticiclón de las Azores intensos y una clara expansión de su cobertura geográfica. Este estudio atribuye inequívocamente su expansión a la creciente concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Los autores concluyen que el anticiclón continuará expandiéndose durante el siglo XXI mientras aumente la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, dando lugar a un mayor riesgo de sequías en nuestra comunidad y en el resto del país.