Mediamos el mes de septiembre y el otoño cada vez nos deja más claro que está a la vuelta de la esquina. Estamos a la espera de la llegada de dos embolsamientos de aire frío que nos dejará un panorama marcado por las nubes, los chubascos y más fresco. Se trata, pues, de una situación típica de este año donde las transiciones invierno-verano o verano-invierno no se hacen de forma suave, sino abrupta.
Tras un fin de semana caracterizado por la presencia de las nubes y de las altas temperaturas, en numerosas estaciones por encima de los 35ºC, estamos en puertas de novedades en el ámbito meteorológico.
Para este lunes se forma un centro de bajas presiones en el suroeste peninsular que, además, cuenta con un refuerzo de aire frío en los niveles de la atmósfera. Esta circunstancia, junto con el calor acumulado en superficie en las últimas jornadas, facilitará la formación de nubes de evolución en toda la comunidad y la aparición de tormentas en las comarcas del norte y del este, sobre todo, y en especial durante la noche. Y notaremos menos calor en la comunidad. Dejaremos aparcado los registros tan altos de los últimos días.
El martes será un día mucho más tranquilo. Ese núcleo de aire frío que comentábamos se retirará rápidamente hacia el este. De todas formas, volverán a aparecer las nubes de evolución. Sin embargo, para la recta final del miércoles llegan más cambios. Se reactiva un nuevo centro de bajas presiones en el Atlántico y se posicionará a medianoche del jueves frente a las costas del suroeste. Cuenta, además, con el apoyo de aire frío en los niveles medios y altos de la atmósfera. Dos factores (su ubicación y su estructura vertical) estupendos para dejarnos un día con lluvias en Extremadura que aguantará, por lo menos así pinta a día de hoy, hasta el viernes. En el mapa isobárico se aprecia, curiosamente, al ciclón Rene que irá perdiendo fuerza.
La posición de la borrasca favorecerá los vientos ábregos, los del suroeste, dejando ambiente suave en las dos provincias.