2 Julio 2022, 12:59
Actualizado 2 Julio 2022, 14:33

Desde que la Unión Europea dio luz verde a cultivar las hectáreas de barbecho en nuestro país para poder apostar por el girasol, el paisaje en Extremadura es más amarillo. El objetivo era reducir la dependencia de Ucrania tras el estadillo de la guerra y ahora, en Extremadura, aprovechando esta excepción y como alternativa a la sequía, muchos apicultores han trasladado sus colmenas a las flores de girasol. 

Luis Gutiérrez es agricultor desde hace mucho años, aunque este ha sido el primero que cultiva girasoles. Asegura que no le "ha quedado más remedio" pero él no se ha dedicado a ello tradicionalmente. Con más de 30 hectáreas, lo considera la alternativa más viable a los cultivos de arroz y tomates restringidos esta campaña por la sequía.

Colmenas entre girasoles

Junto a él, está Tomás Ventas, apicultor. Las dificultades que atraviesa el campo y la búsqueda de alternativas les ha llevado a unirse para lograr un beneficio mutuo. Las 900 colmenas de Tomás que en circunstancias normales estarían en el norte o en el sur de España, este año por primera vez se sitúan aquí, en las 30 hectáreas de girasoles de Luis en plena zona de Vegas Altas. De esta forma, ambos se benefician. Apuntan que ante las dificultades, es mejor estar unidos y sobre todo buscar soluciones.

Una unión pionera que esperan que se consolide en el tiempo por las ventajas a nivel de desplazamiento que tiene. 
 

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