Alertado por el doctor Marañón, el Rey Alfonso XIII viajó a Las Hurdes hace un siglo para conocer las condiciones de vida de la comarca. Fue un 20 de junio de 1922. Sobre las seis de la tarde llegaba a Casar de Palomero. En la localidad pernoctaría la primera noche. Lo hizo en una casa que hoy es un museo, ya que conserva intacta la estancia en la que durmió el monarca. Una vivienda en la que el tiempo se congeló en aquel día. Todo el mobiliario se mantiene tal y como el Monarca lo encontró, por expreso deseo de la familia.
Al día siguiente, el Rey y su comitiva emprendieron la marcha a caballo con una parada inesperada, la que hizo en el río de Los Ángeles para bañarse en el río. Se ha convertido en una de las grandes anécdotas del viaje porque, para sorpresa de todos, Alfonso XIII lo hizo completamente desnudo. Una imagen que captó su fotógrafo y que no saldría a la luz hasta época de La República, siendo utilizada políticamente.
Recorrió 150 kilómetros y casi una veintena de alquerías, finalizando el trayecto en Las Mestas. Dicen que el Rey no pudo con la pobreza que vio. Muchas voces de la época tacharon el viaje de propagandístico, otros afirman que fue el principio del fin de la miseria y los hurdanos. Lo cierto es que la visita del rey tuvo sus secuelas. La principal, la creación del Real Patronato de Las Hurdes. Una iniciativa que permitió crear las factorías para mejorar la sanidad, la educación y las comunicaciones. Avances que, junto al esfuerzo de los vecinos, han transformado la que fuera la comarca más pobre del país en una de las zonas maravilla de España.
Abril de 1998, Don Juan Carlos y Doña Sofía
Don Juan Carlos y Doña Sofía llegaron al mismo lugar, Pinofranqueado, y a la misma hora de la visita de hoy, a las once, solo que el 14 de abril de 1998. El día salió ventoso y de paraguas. Tras saludar a los vecinos sus majestades inauguraron el parque Majada hurdana Reina Sofía. Una de las anécdotas, que la reina no tuvo reparo en vestir el típico mantón hurdano.
Fue una visita de dos días en la que los Reyes eméritos recorrieron nueve pueblos y alquerías de las Hurdes. Como entonces no había hoteles se alojaron en una casa forestal en Vegas de Coria. También la lluvia obligó a modificar el programa, y la recepción tuvo que trasladarse a la recepción del camping.
Don Juan Carlos y doña Sofía sí pudieron inaugurar cuatro presas que todavía hoy están operativas y pudieron conocer el trabajo de la apicultura, motor económico de la comarca.
La visita de don Juan Carlos y doña Sofía ocupó portadas en los medios de comunicación, que ayudaron a rescatar a las Hurdes del olvido en el que estaba hace ahora un siglo.