La cadena de valor añadido tiene en Extremadura un recorrido muy limitado porque la mayoría de los procesos de transformación se realizan fuera de la comunidad autónoma, por lo que el beneficio obtenido en esta parte del proceso se queda en otras regiones españolas.
A lo largo de la historia de la comunidad han sido numerosos los proyectos para poner en marcha un tejido industrial en Extremadura, como la refinería proyectada entre Villafranca de los Barros, Fuente del Maestre y Los Santos de Maimona, o la mina de litio en Cáceres.
Ambas iniciativas se han topado con la resistencia popular a levantar proyectos e industrias considerados a nivel general perjudiciales para el entorno.
Sin embargo, hay otros proyectos con menor rechazo que no terminan de ver la luz, como la azucarera de Mérida que ya acumula tres años de retraso sin que se vean avances públicos en la materia.
El proyecto de la azucarera proyectado en la capital extremeña tiene vigencia hasta el mes de diciembre de este año y ya tiene en marcha las autorizaciones medioambientales pertinentes para comenzar su construcción. Todo dependerá, finalmente, de la inversión de los promotores.
Más avanzado parece el proyecto del gran matadero de Zafra para el que se han unido siete empresas del sector con el objetivo de crear uno de los centros de procesados más importantes del país. En la actualidad el proyecto segedano tiene pendiente la gestión del suministro eléctrico.
Pero no son los únicos, pues también se esperan novedades del gran parque de ocio que se proyecta en Castilblanco y que deberá presentar la documentación del proyecto para conocer si se adapta a la normativa extremeña.
¿Qué falla?
Para Julián Mora, catedrático de geografía de la Universidad de Extremadura, el problema es que las grandes empresas e inversiones se topan con una legislación medioambiental muy fuerte que pone muchas restricciones a los proyectos empresariales.
“Las limitaciones medioambientales generan dudas y rechazo a los inversores”
No comparte esa opinión el coordinador de Ecologistas en Extremadura, Pablo Ramos. Subraya que no existe tanta protección medioambiental en Extremadura y según señala, hay ejemplos visibles a diarios.
“Hasta hace dos días se han permitido las monterías en Monfragüe”
Sobre la puesta en marcha de la mina de litio en Cáceres, Pablo Ramos señala que no es una mina, es una “megamina” y está en contra de este proyecto como de los “cientos que hay en Extremadura” dedicados a la minería.
Valor que se escapa
Los datos demuestran que Extremadura produce y cría, pero el resto de las regiones se llevan el valor añadido fruto de la transformación. El 59% de los cerdos criados en Extremadura se sacrifican en otros puntos del país según la Asociación española de ganaderos.
El 59% de los cochinos criados aquí se sacrifican fuera, el 70% de los corderos se transforman en otras zonas, el 80% de la producción de tomate se lleva a fábricas de más allá de nuestra región. Son datos que indican la riqueza que "se nos escapa". @SergioParra97 @cextremadura pic.twitter.com/kizBiJ2VRC
— A esta hora (@aestahoraex) March 16, 2021
Una situación similar ocurre con el cordero. Extremadura es la comunidad autónoma española que más cordero cría al tener el 15% de las explotaciones ovinas de todo el país. Sin embargo, exportamos el 70% del cordero sin transformar.
Un último ejemplo es el tomate, ya que el 75% del cultivado en Extremadura viaja a otros países de la Unión Europea para ser trasnformado.