4 Febrero 2024, 14:24
Actualizado 4 Febrero 2024, 21:00

Cada día se diagnostican en la región cerca de una veintena de casos de cáncer. Esto supone que, cada 75 minutos, una persona habrá recibido la noticia de padecer esta enfermedad. Una enfermedad, además, en aumento y, según las previsiones, en 2040 los nuevos casos superarán los 8.000 al año en Extremadura. 

Cifras que conocemos y ponemos sobre la mesa este domingo, que se conmemora el Día Mundial Contra el Cáncer en todo el mundo.

Crecen los casos pero, afortunadamente, también lo hace la supervivencia. En los últimos diez años, los enfermos de cáncer han crecido un 12% y la mortalidad lo ha hecho un 7%. Los que han pasado por esta enfermedad, sobre todo, piden investigación.

En Extremadura, estamos a la cabeza en casos de cáncer. La provincia de Cáceres ocupa el puesto 13 de las 52 capitales del país. En eso, precisamente no queremos ser los primeros. Quizá porque hay muchos fumadores, y también por la edad media de la población. Hay que hacerse revisiones y acudir a los cribados. También llevar una vida saludable. Eso mismo reivindican este domingo en Zafra, donde han querido visibilizar la importancia del ejercicio y una buena alimentación para la prevención el cáncer 

El cáncer más habitual en la región es el de pulmón, seguido del colorrectal, el de próstata y el de mama. La supervivencia se ha duplicado en los últimos 40 años. Para que la cifra siga mejorando, hay que confiar y, sobre todo, apostar por la ciencia y la tecnología. 

El caso de Francisco y los problemas sociolaborales asociados al cáncer

Francisco, de 45 años, está en tratamiento por un cáncer de riñón. Se lo diagnosticaron en junio, y el mismo día que ingresaba en el hospital para las pruebas fue despedido de un trabajo de camarero.

Su caso no es único. Según datos de la AECC, los pacientes oncológicos tienen un 34% más de posibilidades de perder el trabajo. Y en caso de autónomos o trabajadores del campo o ayuda domestica, la situación se agrava. 

Según indica Rocío Contreras, trabajadora social de la AECC, "si estamos hablando de un índice de supervivencia del 70%, la administración debe de tener herramientas para que los pacientes tengan una vida laboral plena, armonizando sus necesidades".

Y eso implica que se adapten los puestos de trabajo a las necesidades de los pacientes, una vez superada la enfermedad. "El que te den una incapacidad laboral para tu trabajo habitual, no significa que no puedas seguir desempeñando un puesto dentro de tu empresa. Eso es algo por lo que se tiene q luchar", añade Rocío Contreras.

Francisco, que se quedó en paro, ha salido adelante gracias a la ayuda de la Asociación Contra el Cáncer y los servicios sociales. "Me dieron dinero para pagar la casa, la comida... hasta que me han concedido la baja permanente, ellos me han ayudado", señala.

Porque los problemas sociolaborales asociados al cáncer son, todavía, una asignatura pendiente en el tratamiento de la enfermedad.