Unas manos de gran tamaño que pertenecen a San Cristóbal es el último descubrimiento en la Iglesia de Santiago, en Llerena. No solo el tamaño de la mano, sino la presencia del ermitaño que se ve en el extremo izquierdo, es lo que desvela que se trata de este santo, que representa el paso de la vida a la muerte. Y es que la iglesia de Santiago se construyó como panteón familiar de Alonso de Cárdenas, el último maestre de la Orden de Santiago.
El pasado año comenzaron a rescatar los frescos de una de las paredes de la Iglesia. Ahora se ha descubierto el lienzo casi completo. Un retablo fingido en el que aparece una trilogía: Santa Ana con la Virgen niña y el niño Jesús, la Virgen de la Merced y Santa Catalina. Y al lado, es donde se encuentra el San Cristóbal, lo que refleja la importancia del templo.
La Junta de Extremadura ha impulsado la recuperación de estos frescos, ahora con un nuevo presupuesto de 40.000 euros para continuar con los trabajos de restauración del paño descubierto. Y están trabajando en un plan de mayores dimensiones en los que se contempla la rehabilitación de toda la Iglesia. Así lo ha anunciado la Consejera de Cultura, Victoria Bazaga, en Llerena.
Se cree que todas las paredes del templo están cubiertas de pinturas. Los frescos son de principios del siglo XVI, de gran calidad, con detalles en pan de oro de máxima pureza y de autores aún desconocidos.