25 Marzo 2024, 18:43
Actualizado 25 Marzo 2024, 21:17

Arqueólogos de la Junta de Extremadura han localizado una nueva mano en negativo en la Cueva de Maltravieso. Un hallazgo que amplía el registro de este tipo de figuras hasta 61 y aumenta el valor del yacimiento como uno de los enclaves principales para el estudio del arte rupestre paleolítico en Europa.

Según informa la Junta de Extremadura a través de una nota de prensa, a comienzos de febrero fue detectada la representación parcial de una pequeña mano en negativo colocada en posición horizontal y con los dedos orientados hacia la izquierda en relación a la posición del espectador. Se reconocen únicamente los tres dedos centrales desde la zona de contacto con la palma, cuya escasa longitud invita a considerar la posibilidad de que pertenezca a un individuo infantil. El comunicado sigue explicando que el hallazgo se ha producido en una de las zonas más profundas de la cavidad, la conocida como Galería de la Serpiente, en el interior de un pequeño divertículo de difícil accesibilidad, lo que ha provocado que esta representación haya permanecido inédita hasta el momento. 

La Cueva de Maltravieso atesora un importante conjunto iconográfico que reúne símbolos (puntos, triángulos, discos, trazos), figuras de animales y, sobre todo, representaciones de manos. El origen de estas pinturas se remonta hasta el paleolítico medio (más de 60.000 años) y su hallazgo ha sido clave para reconocer y valorar las capacidades simbólicas de los Neandertales.

Ahora, el equipo de arqueólogos  realizará un análisis para datar las costras de calcita que tapan esta nueva figura, bajo la premisa de que existe una relación entre ellas que excede la mera proximidad. En este sentido, se trata de una figura que comparte una concepción similar con el resto de las huellas neandertales de esta parte de la gruta, que no son manos con un carácter público, hechas para ser vistas de manera fácil y directa por las personas que transitaran en algún momento por este corredor, sino que se trata de figuras que tienen un carácter privado. Esto llevó a su autor a elegir un pequeño espacio, ajeno a la zona de tránsito principal, para dejar el negativo de una mano ejecutando una suerte de ritual estrictamente íntimo, similar al que ya se percibía en las otras manos de cronología neandertal de la Galería de la Serpiente, donde se articularon dos únicos protagonistas: la propia pared de la cueva y la persona que dejó su huella sobre la misma.

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Maltravieso: un viaje a los orígenes de la humanidad