Ya han comenzado a abrir algunas guarderías en la región. Su intención es facilitar la conciliación de las familias y con estrictas medidas de seguridad e higiene, como la limitación de alumnos.
"Hemos creado una zona cero"
La directora del Centro Infantil Sonrisas de Mérida, Laly Villarino, asegura que "hemos creado una zona cero, que se desinfecta todos los días". Tanto los niños como sus familiares acompañantes deben desinfectar su calzado antes de entrar en las dependencias de la guardería, además, "el niño llega, se cambia de ropa, se le lavan las manos con gel y se le toma la temperatura".
En el Centro Sonrisas antes tenían entre 20 y 22 niños, ahora solo seis, y procuran que mantegan la distancia durante su estancia en el centro.