Este 17 de junio se ha puesto fin a un curso escolar muy atípico, quizá el más raro que se recuerda. La despedida, en muchos centros escolares, ha ido en la misma línea. La imposibilidad de asistir a los colegios e institutos ha hecho que en muchos de ellos hayan optado por celebrar fiestas online.
Los escolares extremeños han dicho adiós a un curso que empezó con normalidad en septiembre, pero que cambió radicalmente en marzo. En los primeros día de aquel mes ya tuvieron que adaptarse a nuevas costumbres como el lavado continuo de manos, cambios en los saludos e incluso en la forma de estornudar. Pero el gran reto llegó a partir del 13 de marzo. Ese día fue el último de clases presenciales y sin saber si volverían o no.
El cole en casa
El Estado de Alarma mantuvo a los niños confinados en sus casas. Escolares, docentes y padres tuvieron que aprender cómo se hacía el cole en casa, a distancia, por internet. Con el esfuerzo de todos las tareas, los trabajos y los exámenes se fueron superando.
El 1 de junio algunos alumnos que accedían a títulos o estaban preparando las pruebas de la EBAU pudieron volver a recibir clases presenciales. Pero entonces, todo era diferente. Había que llevar mascarillas, el reencuentro con amigos y compañeros fue distante y sin contacto.
El esfuerzo ha merecido la pena y el curso ha llegado a su fin entre bailes, canciones y celebraciones a través de las pantallas, pero con ganas para afrontar el verano con el mejor de los ánimos.