Europa sigue premiando a los productos extremeños por su calidad. Esta semana, el Cabrito de Extremadura ha sido registrado como Indicación Geográfica Protegida por la Comisión Europea.
Es la primera carne española de raza caprina en obtener este reconocimiento. El cordero, el vino de la tierra o la vaca de Extremadura ya están en ese selecto club. Como Denominaciones de Origen no podemos olvidar otros de nuestros productos gourmet: el jamón, los quesos, los aceites o las Cerezas del Jerte, entre otros manjares.
Desde el sector caprino creen que esta nueva distinción supondrá un impulso para los ganaderos.
El sello de calidad reconoce la singularidad de un producto condicionado por unas peculiaridades únicas en la crianza de los animales. Es la leche de la que se alimentan exclusivamente durante sus primeros días la que confieren a la carne esta excelente calidad.
Gracias a este sello, se podrá fijar un precio más beneficioso para el ganadero. Tener la distinción de IGP bonifica con 50 céntimos por kilo a cada animal. Para obtenerla, ha de haber sido criado y sacrificado en Extremadura, no tener más de 45 días de vida y no pesar más de 10 kilos.
Un reconocimiento muy bien acogido también por los hosteleros de la región ya que, consideran, supondrá un importante impulso para el sector.