En Extremadura somos unos privilegiados porque en las dos provincias tenemos miles de lugares preciosos de los que disfrutar con este tiempo primaveral y casi veraniego. Uno de los iconos más emblemáticos del turismo extremeño y que luce especialmente bonito en estas fechas es el Meandro del Melero.
Por más que lo visitemos, no nos cansaremos nunca de apreciar esta maravilla de la naturaleza, especialmente ahora. Tras las abundantes lluvias, en este rincón de Las Hurdes, el Alagón baja lleno de agua y de vida. Es, sin duda, una visita obligada.