El Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Badajoz ve con buenos ojos la decisión del Consejo de Ministros de destinar 50.000 viviendas al alquiler social, 21.000 de las cuales cederá la SAREB (el conocido como "banco malo") a comunidades autónomas y ayuntamientos.
En declaraciones a Canal Extremadura Radio, su vicepresidente, José Fernando García Espinosa, ha reconocido que falta información al respecto; por ejemplo, desconocen todavía la ubicación de los inmuebles a los que afectaría la medida, pero la ven positiva. Eso sí: consideran que el proceso debería haber sido más ágil, y recuerda que la SAREB dispone de mucho suelo que podría habilitarse para esos alquileres a precios asequibles.
Por su parte, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Cáceres pone de relieve la escasa transparencia y la ambigüedad sobre los pisos que tiene el "banco malo". Desde que se fundó, hace una década, el colectivo viene demandando una medida como la que ha autorizado este martes el Gobierno central.
También en la radio pública extremeña, uno de sus miembros, Daniel Gordo, ha dicho que los ayuntamientos están muy lejos de tener la capacidad de ceder viviendas para esos fines. El colectivo recuerda que son pisos de todos, y demanda un censo de viviendas vacías: pisos públicos que, pudiendo dar cabida a familias desfavorecidas, están totalmente abandonados. Opina que elevar el número de viviendas sociales reduciría el precio de los alquileres.
Realidad dura
Lo cierto es que son todavía muchos los extremeños que a día de hoy se tienen que enfrentar a una situación tan desagradable y difícil como ser desalojados de su vivienda. Es lo que ha ocurrido esta mañana con el portavoz de la plataforma cacereña de afectados por la hipoteca. El propio Daniel Gordo, miembro de ese colectivo, lo sufrió también en primera persona.
Hasta la irrupción de la actual crisis, compartir un piso resultaba asequible, pero ahora está empezando a dejar de serlo. En Cáceres, por ejemplo, la demanda de apartamentos turísticos ha disparado los precios de los alquileres.
Estima que, sólo en esa ciudad, puede haber entre 1.000 y 2.000 viviendas vacías, entre las de la Junta, las del consistorio y las de la SAREB. Un escenario que -afirma Daniel Gordo- se podría haber evitado. El "banco malo" se quedó con solares de promotoras que habían quebrado, y empezó a construir en ellos.
Gordo pide que no se hagan viviendas sociales sólo en la periferia, sino también en la zona centro de las ciudades.
Mejor que en el resto de España
El Colegio pacense de Agentes Inmobiliarios considera que la situación de este mercado es mejor en Extremadura que en otras zonas del país. Y lo atribuye a la baja densidad de población de nuestra comunidad, a pesar de que el alquiler se ha encarecido notablemente en los últimos años en Cáceres y Mérida.
La bajada de la oferta de alquiler podría -dice su vicepresidente- explicar este repunte de precios; y subraya además que ninguna de las últimas normativas en la materia protege realmente al propietario. En cualquier caso, actualmente muchos extremeños lo tienen difícil para poder comprar una vivienda. García Espinosa confía en que, ahora que la nueva Ley de Vivienda obliga al propietario a abonar los honorarios de la inmobiliaria, la economía de los compradores se vea aliviada, al menos en parte.
La compra, preferencia frente al alquiler
Actualmente, la mayor parte de los españoles que se lo pueden permitir se decantan por adquirir una vivienda en propiedad aunque un sector muy mayoritario de los jóvenes suelen empezar por el alquiler. Badajoz, Cáceres y Mérida son las urbes que sufren las mayores tensiones en el mercado inmobiliario extremeño. Un hecho que los agentes de la propiedad inmobiliaria atribuyen a los pisos turísticos y de estudiantes; es común que estos últimos los compartan varias personas.
Sobre la nueva Ley de Vivienda, que inicia ahora su tramitación y que podría aprobarse en mayo, José Fernando García Espinosa opina que la limitación del incremento del precio de los alquileres que traerá consigo podría tener efectos significativos en las zonas de España donde sean más caros; no así en Extremadura, donde estima que su impacto será menor.
Y concluye indicando que hacen falta más viviendas nuevas en alquiler, sobre todo para jóvenes, aunque en Badajoz su construcción está experimentando un auge en los últimos años.
