Mujeres trabajando en la campaña de la fruta
Todas las empresas, independientemente de su tamaño, tienen ya la obligación de elaborar un registro salarial de sus trabajadores. Deberá recoger los salarios medios de hombres y mujeres con el objetivo de reducir la brecha salarial de género, que en España supera el 20%.
Además de los salarios, el registro tiene que incluir los complementos y otras percepciones. Aparecerán separados por sexo y grupos o categorías laborales. En cualquier momento podrá ser exigido por la inspección de trabajo y los empleados podrán consultarlo a través del comité de empresa.
Marisa Soleto, directora de la Fundación Mujeres, espera que el registro salarial sirva para ofrecer transparencia y evitar que se produzcan grandes diferencia salariales entre hombres y mujeres. "Es un ejercicio de transparencia salarial que ya se ha aprobado en otros países europeos y hará que las empresas estén más pendientes de que no se produzca este tipo de fenómenos".
El Ministerio de Trabajo ha diseñado una herramienta informática gratuita para facilitar a las empresas la elaboración del registro. Javier Peinado, secretario general de la CREEX, vaticina que la medida solo contribuirá a incrementar la burocracia: "Lo que queremos es que haya claridad para que cuando llegue la Inspección de Trabajo no digan que está mal hecho o que falta un dato".
Las multas por no tener el registro salarial pueden alcanzar los 6.000 euros, cantidad que se eleva hasta los 187.000 en el caso de diferencias salariales medias superiores al 25% sin causas objetivas.